Universidades Politécnicas y Tecnológicas, un gran motor para los jóvenes.



Universidades Politécnicas y Tecnológicas, un gran motor para los jóvenes.
Las universidades politécnicas y tecnológicas iniciaron en México en 1991 como resultado del modelo francés que acuñó los institutos universitarios de tecnología. En primera instancia, surgen con el propósito de descentralizar los servicios educativos, ampliar y diversificar la oferta con el nivel de Técnico Superior Universitario que no existía en la pirámide educativa nacional.

Además, buscan favorecer la vinculación entre la academia y la industria. Se trata, explicó, de un tema por el que se ha luchado para estar más cerca con los empleadores, quien finalmente oferta los puestos de trabajo para los egresados de este modelo educativo. Así lo explicó en entrevista para Campus el Coordinador General de Universidades Tecnológicas y Politécnicas, Héctor Arreola Soria.

Las instituciones que conforman el conjunto de Universidades Tecnológicas y Politécnicas están muy orientadas a dar respuesta pertinentemente al mercado laboral, agregó.
“El origen de las universidades politécnicas fundadas en 2001, diez años después, es con el propósito de establecer un nuevo modelo educativo fincado en el alto mérito académico del profesorado. Esto significa que en este subsistema todos los profesores deben tener el nivel de posgrado para poder ser profesores de las universidades politécnicas”.
Además, han logrado diversificar la oferta educativa a nivel de licenciatura en carreras intermedias como el profesional asociado y así impulsar los niveles de especialización, maestría y doctorado.
Entre otro de sus propósitos se encuentra fortalecer la vinculación escuela-empresa y fomentar la investigación, sobre todo relacionada con los procesos productivos.
El egresado en el mercado laboral
Desde el diseño curricular de sus programas de estudio, los egresados de este sistema educativo tienen ventajas profesionales que les permiten insertarse en el mercado laboral. El cien por ciento de los programas de estudio en ambos subsistemas están diseñados bajo el esquema de competencias, aseguró el ingeniero Arreola Soria.
Esto quiere decir que los jóvenes están preparados para que su perfil vaya enfocado a que sus conocimientos les permitan manejar el aspecto académico sino también aplicarlo en los procesos y su utilización en la empresa.
Lo que se impulsa, elaboró, es la “mentefactura”. En ese sentido, la pertinencia de los programas es lo que da a sus egresados ventajas comparativas al momento de egresar.
“Los programas de estudio se diseñan de acuerdo a las necesidades regionales pero no sólo eso. También, a las necesidades de los sectores. Si nosotros vamos a abrir una carrera relacionada con la Mecatrónica o la Robótica, nos acercamos al entorno de la universidad, buscamos a las empresas que se dedican a estos temas y los invitamos a ser parte de nuestros ejercicios para la definición de los programas de estudio”.
Además, se realiza un proceso denominado AST, o Análisis Situacional del Trabajo. Esto significa que se realiza un estudio sobre cuáles son los conocimientos que debe tener el egresado para así lograr una gran pertinencia en los diseños curriculares y garantizar al egresado la posibilidad de insertarse fácilmente en el mercado laboral.
Cobertura a nivel nacional
Uno de los grandes retos del actual sexenio, es aumentar considerablemente la cobertura a nivel superior para alcanzar una meta del cuarenta por ciento. En ese sentido, las universidades tecnológicas tiene presencia en las 31 entidades federativas con sus 110 instituciones. Por su parte, las politécnicas están en 25 estados de la República con 59.
El Coordinador General de Universidades Tecnológicas y Politécnicas explicó que el subsistema tiene a 284 mil alumnos matriculados, lo cuál representa el 7.6 por ciento del total de la educación superior a nivel nacional y 11 por ciento de la educación superior pública.
El hecho de que se trate de instituciones jóvenes con cada vez mayor reconocimiento, representa una mayor atención por parte de los padres de familia y los estudiantes del país.
Ante esa demanda, la proyección del subsistema es albergar a 380 mil alumnos para 2018, casi cien mil estudiantes hacia el final del sexenio, un reto sin duda importante.
Arreola Soria agregó que hasta 2009, cuando sólo se ofrecía el grado de Técnico Superior Universitario en las universidades tecnológicas, y luego se amplió a licenciaturas, logró colocar al subsistema como una opción atractiva.
“Actualmente, nos hemos convertido en una primera opción. Para el 50 por ciento de los jóvenes que atienden nuestras universidades, ya se trata de una primera opción”.

Carreras con mayor demanda
Por la forma en que se han diseñado los programas del subsistema de universidades tecnológicas y politécnicas, se ha logrado que las carreras con mayor demanda son las que tienen mayor empleo, aseguró Arreola Soria.
Las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), la Mecatrónica y las relacionadas con producción, son las más demandas. Además, las áreas automotrices han tenido un auge reciente, así como la Aeronáutica, la Minería, Nanotecnología y Energías Renovables. Aunque estas últimas tienen poca difusión comienzan a darse a conocer como una opción en el subsistema.
Es una necesidad que debemos atender, no sólo nosotros sino todo el sistema de educación superior, al gran propósito del Presidente Enrique Peña Nieto y las reformas estructurales del país.
Por ello, el subsistema de universidades tecnológicas y politécnicas comenzado a atender las necesidades orientadas a estos sectores, en especial al energético. Así se dio origen a la creación de la Universidad Politécnica de la Energía y a la fundación de otra institución en la zona de Ciudad Acuña donde se prevé se convierta en una zona estratégica de exploración.

Fuente: http://campusmilenio.mx/


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